La puesta de escena
Se cuenta que el actor eran personas cultas, con gran facilidad de
memoria, del diálogo, de la declamación, con una agilidad mental para
improvisar y de poder entrar en la gracia del personaje que representa con una
facilidad nata, vaya vivir la acción del personaje, no nos entra la duda porque
algunos actores griegos y romanos terminaban en la política y porque algunos de
los más grandes escritores actuaban en sus propias obras. Personajes que
estudiaban, que tenían una gran presencia en escena y presencia brillante en su
vida diaria.
Pero si traemos esta idea a tiempos modernos, hasta cierto punto
de la historia, hay una carencia en las artes escénicas y más en la
presencia actoral, claro que existen excepciones pero son contadas con los
dedos de la mano. En los últimos años han abierto escuelas en México
les “enseñan” este arte, pero con la finalidad buscarles un oficio o tener un
papel menor en la sociedad, vendiéndoles la ilusión de aspirar a ser
actores exitosos con participaciones en telenovelas o bien haciendo el
ridículo en sus nuevos programas televisivos, dichas escuelas les quitan
el tiempo, el dinero y la poca cultura que se puede obtener, pero vamos a
empeorar el escenario cual tragedia griega, digamos que hay un grupo
bastante grande graduado de dichas instituciones, digamos que son o no
agraciados físicamente, con o sin talento, se ven a la batalla de
encontrar un trabajo en este medio ya sea teatral o cinematográfico ya sea
estelar o un papel secundario, pero este grupo no poseen con las famosas
“palancas” o no poseen un grupo de amigos dentro o fuera de la industria
que este conectado con la red teatral o cinematográfica, dichos grupos no
tendrán la posibilidad de obtener un trabajo menor o mayor, porque para
ese medio se necesitan este tipo de contactos, siendo este la otra
moneda de las artes escénicas, como dice en una investigación de la
Universidad de Columbia: “La
fama se correlaciona estadísticamente con la diversidad de sus redes personales
y profesionales; Se basa en la compañía que mantienes, no en tu producto.
Por extensión, quién conoces informa cómo te ve la gente.”
Así es, en este medio y en otros tipo de artes, ya no se mide por
el talento o la proyección creativa que se tenga, si no más bien, por
cuantos contactos dentro del medio se tiene y hasta un Oscar puede ganar.
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