El Hombre de Corazón de Oro
- a mi padre -
¿Qué tan frágil es la vida?,
un día te veo erguido y robusto,
al día siguiente frágil y senil.
La mirada fría, los labios adormecidos,
pasos que antes eran fuertes,
ahora caminas tambaleante.
tu fuerza se ha ido,
pero tu corazón sigue siendo el mismo.
Sígueme hablando de esos grandes compositores,
de esos grandes toreros.
Quiero escucharte cantar,
hacer bromas y sonreír.
Padre mio, diferencias tenemos,
pero el corazón de oro lo tenemos en común.
soy de tu sangre, soy tu hija,
y tu, tu eres parte de mi vida.
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