Drenando la mente

 I.
El artista al observar la naturaleza trata de captarla de imitar lo que le resulta bello de ella, frustrado, llega a su consciencia que lo que él percibe no es tan fácil de implementar, porque lo que capta no es real y solo es su interpretación de lo que hay en su alrededor. Pero la imita y en imitarla llega la comprensión de ella y se funden, de esta unidad se crea la esencia llegando de una manera verosímil en su propia existencia.

II.
La vida es como una obra de arte, primero quieres plasmar todo en un solo lienzo, después te das cuenta que no necesitas mucho para transmitir el mismo mensaje y depuras hasta solo lograr una pieza exquisita, sin tanto ruido y refinada. 

III.
Pensamiento para él: Me encanta tus ideas dementes y como se te iluminan los ojos al decírmelas. 

IV.
¿Cómo saber que soy ordinaria? porque cuando estoy frente a ti, no puedo dejar de sonreír, de sonrojarme, de ver tus ojos puestos en mi, de desear que tomarás mi mano y me robaras un cálido beso.

V.
La mente es algo complicada para el que no quiere conocerse.

VI.
Recordar el artículo en una oración hace que recuerde la palabra consiguiente, pero si esté es equivocado no existe memoria.

VII.
Si quieres que la vida no te sorprenda, se amable con ella, como si fuera un invitado que llega a tu casa, trátenla con cordialidad, amabilidad y honorabilidad, siempre denle una bienvenida con una sonrisa, pero procuren estar preparados para cualquier situación que ocurra.

VIII.
Conversando con unos compañeros: Si uno tuviera consciencia en el poder que tienen las palabras, muchos nos quedaríamos en silencio. Es coherente dar mesura a lo que venga de nuestra boca, porque lo que sale de ella será como un golpe que viene de la nada.

IX.
Las palabras anteriormente tenían honor, eran consumidas al momento de darle la acción. Ahora, estamos frente a los que solo cacarean, endulzando el oído pero sin honor y sin acción, palabras sin peso y balbuceadas.